
Las reuniones one‑on‑one son una herramienta poderosa para fortalecer la comunicación, generar confianza y mejorar el desempeño en tu equipo. Si lideras una PYME, colegio o institución en el sur occidente de Guatemala, este artículo te ayudará a implementarlas de forma profesional y empática, con enfoque en consultoría empresarial, capacitación empresarial e innovación empresarial.
¿Por qué son esenciales las one‑on‑one?
Estas reuniones potencian:
La identificación de obstáculos y oportunidades: permiten aclarar dudas, resolver problemas a tiempo y alinear esfuerzos con estrategias y soluciones personalizadas .
La comunicación bidireccional: el 89 % de los managers y 73 % de los colaboradores aseguran que impactan positivamente el rendimiento del equipo .
La confianza y el compromiso: forman relaciones sólidas, crean un espacio seguro y contribuyen a una cultura de mejora continua .
Claves para reuniones one‑on‑one exitosas
Preparación conjunta del agenda
Envía una agenda compartida antes de la reunión. Incluye temas como bloqueos, objetivos, feedback y desarrollo profesional.
Permite que el colaborador agregue sus puntos: esto refuerza el enfoque en su crecimiento y fortalece la relación.
Frecuencia y duración adecuadas
La frecuencia ideal varía: semanal o quincenal (30‑60 min). Esto fomenta la conexión regular sin llegar al micromanagement.
Cancela si es necesario, pero evita posponerlas repetidamente: hacerlo transmite descuido y puede afectar la confianza.
Según fuentes especializadas, cancelar reuniones one‑on‑one con frecuencia:
- Debilita la confianza de tu equipo, ya que perciben que no eres una prioridad
- Interrumpe el ritmo habitual, lo que dificulta mantener un canal de comunicación fluido .
- Reduce la productividad y el compromiso, especialmente cuando se está bajo presión
Por eso es fundamental evitar cancelarlas y, si es indispensable reprogramar, hacerlo de inmediato y explicar claramente la razón.
Estructura recomendada
- Saludo personal (5 min).
- Revisión de objetivos y desafíos actuales (15 min).
- Desarrollo y crecimiento (15 min).
- Intercambio de feedback (10 min).
- Acciones y compromisos (5 min).
Escucha activa y rol del colaborador
Eres un facilitador, no un conferencista: deja que tu colaborador hable al menos el 70 % del tiempo.
Haz preguntas abiertas (ej.: “¿qué te frena?”, “¿cómo puedo ayudarte?”) y fomenta la reflexión.
Utiliza una mezcla de tácticas y personales, como sugiere Steven Rogelberg.
(Según Steven Rogelberg, psicólogo organizacional y autor de Glad We Met: The Art and Science of 1:1 Meetings, la clave de una buena reunión one‑on‑one es que el colaborador hable más que el jefe. Idealmente, entre un 50 % y 90 % del tiempo debe ser para el empleado, lo que promueve participación activa y desarrollo real)
Documentación y seguimiento
Toma notas durante la sesión: registra decisiones, acuerdos y próximos pasos .
Envía un resumen al finalizar y revisa estos puntos en las reuniones siguientes para medir avances.
Ambiente y formato adecuados
Elige un lugar tranquilo, presencial o remoto vía videollamada, que respete la confidencialidad y sea cómodo .
Varía ocasionalmente el formato: en una cafetería o caminando, para generar un ambiente más distendido y creativo.

Ejemplo práctico en una PYME de Mazatenango
Pedro, supervisor de ventas, estableció reuniones semanales con su equipo. Preparaba la agenda, daba espacio para que cada vendedor expresara bloqueos y éxitos, y compartía feedback equilibrado. Registraba acuerdos y daba seguimiento. En 3 meses aumentó el rendimiento en pedidos cerrados y mejoró el clima laboral.
Conclusión
Las reuniones one‑on‑one bien implementadas generan comunicación efectiva, relaciones confiables, soluciones oportunas y desarrollo personal. Son un motor de mejora continua e innovación empresarial en cualquier organización.
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Fuentes